miércoles, 18 de mayo de 2011

LA CRÍTICA A LA PAR DE LA ERA DIGITAL

por Alfonso Ramírez Pasillas

Qué nos espera a nosotros como críticos para afrontar este mundo contemporáneo inundado de una enormidad de lenguajes y modos de producir el arte. Cómo prepararnos, cuando las exigencias ya han sido puestas en escena, el crítico no tiene tiempo de reflexionar ante los eventos que se le presentan, sólo le queda hacerlas partes suyas, como una extensión de su lenguaje universal.

Es la rapidez de las obras que aparecen mes con mes que si queremos tomar las cosas con calma tenemos que desechar mucha obra para quedarnos con sólo algunas. Entonces ante una inminente necesidad de hacer crítica, también debemos ser conscientes que tenemos que ser selectivos.

Pero no es una salida de escape real para nosotros, tenemos que asumir la gravedad de la situación, sabiendo que la propia crítica sustituye en muchos casos a la obra misma a través del tiempo, lo ha dicho José Luis Brea[1] .

Aparte de lo dicho tenemos que cuestionar con qué tono queremos escribir nuestros ensayos, si pensando hacia un pequeño público, o amigos, o como debe de ser: afrontando el futuro, creyendo que el arte del que estamos hablando irá a parecerse a lo que estamos señalando en nuestro ensayo.

Debemos creer que los ensayos críticos del hoy, en el mañana serán parte de un “museo RAM” bien fundamentado, como lo menciona Brea. Este permite manipular la información en el momento, es decir, para obtener un resultado que satisfaga al público que está usando una terminal[2].

En el futuro, como menciona Brea se espera poder hablar de un arte que haya superado ese tránsito hacia el uso pleno de la tecnología con fines artísticos [3]. Algo se puede esperar de la crítica a la par de la tecnología, que haya insertada más crítica artística en las redes virtuales que operan en el mercado del arte. Dichas redes que en un futuro podrían estar conectada a los módulos de los museos o desde cualquier casa, el grado de participación por parte de los espectadores puede ser mayor, al grado de quebrantar la identidad real del crítico.
De manera que se puede llegar al extremo porque hablar de un crítico es que estamos hablando de varias personas involucradas en el ensayo. Puede ser tan sencillo como pensar en el hecho de que muchos artistas de renombre usan un equipo de ayudantes para sacar adelante sus proyectos ante las exigencias del público. Siguiendo esta línea de pensamiento, podemos dejar en duda la autoría de los críticos al presentar sus escritos.

Ya que hoy en día esta puesta en duda las palabras que se nos escapan, puesto que de tantas influencias a las que estamos expuestos, podemos estar citando sin que nos demos cuenta, además de que para algunos de ellos la erudición es parte de sus metas, lo que complica aún más la autoría.

A nosotros como público nos espera saber qué nos ha guardado el cine y la televisión. Pues lo que proyectó en años anteriores como lo establece Pierre Bongiovanni, no hizo mas que homogeneizar el saber, reordenando lo que se situaba fuera[4].

Nosotros como críticos tenemos que buscar colocar el arte dentro de ese reordenamiento, ya que hoy en día se compite contra otras mercancías, entonces debemos velar por darle un lugar en el reordenamiento de hoy, para que mañana prevalezca con un plus sobre lo demás. Sabemos que el arte tiene algo más que sólo exhibir un objeto. Parafraseando a Pierre, siempre se busca la renovación de los modos narrativos[5].

Al arte se le da con naturalidad esta tarea, sea arte latinoamericano o chino, siempre debemos tener en mente que el lugar del artista no es fijo, anclado sino en movimiento. Por lo que el artista puede decidir si al estar cambiando su narrativa es parte de sus propósitos.

Se trata de buscar mestizajes fundadores[6]. Lo mismo debemos creer los críticos que siempre habrá una fórmula nueva por explicar y descubrir. Nuevos conceptos por tratar y que deberán encontrar su lugar en la sociedad y así como facilitador: el crítico.

¿Qué herramientas tenemos los críticos para afrontar estas necesidades que venimos planteando? Es una pregunta que debe pensarse con calma, detenidamente. Tenemos el “webactivismo” que menciona Juan Carlos Delgado como resultado de una expansión del internet de hoy en día[7].

Llámese “webactivismo” a cualquier intento en pro del arte que realicemos en internet, desde una simple página gratuita de blogspot, o una página diseñada específicamente o alguna herramienta más interactiva, que tiene cabida en las redes sociales de nuestros días. Así cualquier medio de los anteriores que decidamos emplear para sacar adelante nuestra carrera como críticos o como desinteresados, es buena opción. Estamos conscientes que estas opciones, al igual que otra página de internet deben de ofrecer algo que las haga atractivas. Es ahí donde debemos poner a trabajar nuestra capacidad de gestión social para sacar adelante proyectos que le den valor. Ya que es difícil que la página por sí sola sea suficiente, necesita de aditamentos para hacerla efectiva.

Y hay que pensar que al tratarse de un medio virtual, este debe estar en continuo movimiento, la gente se aburre con facilidad de estos mecanismos, se debe de ser dinámico e interactivo. Debemos aprovechar aplicando a nuestros medios algunas características ventajosas presentadas en varios recursos de internet como facebook o twitter.

Tenemos que aceptar lo que ha dicho Peter Weibel, que en nuestros días estamos gobernados por las ciencias de la computación[8]. Debemos entonces asumir estas ideas con naturalidad, simplemente estamos afirmando que nuestro área de relaciones públicas ha cambiado frente al mundo computarizado, mismo camino que debemos afrontar los críticos, en la manera en que presentemos nuestras ideas.


Como críticos debemos ser conscientes de aplicar este feedback propuesto para los artistas, puesto que no es una herramienta exclusiva de ellos, es un proceso desde la ciencia de la computación para todos.

Este feedback nos dirá en la medida de lo posible si el camino que hemos tomado es el correcto o aún estamos en su frontera. Definir adecuadamente nuestros esfuerzos sería de mucha utilidad, sobre todo ahora que estamos ante un arte muy diverso y siempre en expansión.

Y como críticos ante el arte que más nos especializamos, debemos estar preparados para asumir el arte digital. Paloma González precisa que este arte cambia la manera de conceptualizar la obra misma[9].

Entonces debemos entender qué cambios puede ocasionar que el artista aplique medios digitales a su obra, porque desde la manera de producirse es diferente, se pueden dar lenguajes diferentes y el crítico debe ser capaz de comprender dichos cambios.

La crítica debe ir a la par de la era digital, ya no es posible decir hoy en día que los únicos que aplican tecnología en su obra son europeos, hay que darles su lugar a todos los demás países.

Además como lo menciona Paloma, el autor de una obra digital juega con el resultado de la misma al involucrar al espectador, ya que el público en esas ocasiones a través del net.art termina haciendo la obra, y en otra más de uno se involucra, por lo que termina siendo una obra de varios autores.

En un sitio de internet podríamos aplicar arte relacional para obtener un ensayo de crítica. Haciendo participar a un público para que termine realizando un artículo donde nosotros lo editemos y presentemos el resultado final. Aunque se trate de una idea muy forzada, puede que en un futuro esos modos artificiales que ahora le estamos implantando sean dados con naturalidad, de manera que el resultado sea otro.

Las condiciones de la era digital pueden minar las bases sobre las que se sustentan muchos lenguajes artísticos, de ser una herramienta auxiliar puede pasar a influir directamente el resultado. De aquí tenemos que ser conscientes de sus alcances como medio, como soporte del artista.


[1] BREA, José Luis (2007). Cultura_ RAM. Cap. Museo_RAM. El Museo como operador de conectividad. Gedisa: Barcelona p. 55
[2] BREA, J. Op. cit. p.52
[3] BREA, José Luis (2002). La era post-media. CC Creative Commons. Recuperado el día 17 de Septiembre de 2010 en: http://www.joseluisbrea.net/
[4] BONGIOVANNI, Pierre (1997). Acompañar los imaginarios mutantes.En  La Ferla, Jorge (comp.). Contaminaciones: Del videoarte al multimedia. Libros del Rojas, Eudeba: Buenos Aires.  p. 157
[5] Idem. p. 6
[6] Idem. p. 8
[7] DELGADO, Juan Carlos. Arte Digital y Acercamientos. Recuperado el día 28 de diciembre de 2009 en: http://www.juancarlosdelgado.com/p. 8
[8] WEIBEL, Peter (2007). La irrazonable efectividad de la convergencia metodológica entre el arte y la ciencia. En  La Ferla, Jorge (comp.). El medio es el diseño audiovisual. Editorial Universidad de Caldas y Eudeba: Colombia. 
[9] GONZALEZ, Paloma. ¿Qué es el arte digital? Inicio, referentes y conceptos básicos.(s.d.) p. 7




APROXIMACIONES AL ESTADO DEL ARTE Y LA ERA DIGITAL

por Malike Daniela Ledesma Muñoz.

Cogito ergo video”

J.-L. Godard

Hablar de lo que es el arte es andar por una senda llena de bifurcaciones, interconexiones y pasadizos secretos. Aquello que sea el arte no puede condensarse en un escrito o en una serie de disertaciones acerca de él.
            El arte es tan efímero, cambiante y volátil que algunas veces apenas se está tratando de describir un momento artístico cuando este ha sido superado e incluso se ha vuelto obsoleto.
            Pero, ¿el arte habrá sido, a lo largo de la historia, sólo un instante o se ha constituido como una manera de engañar a lo finito? El hombre se ha sabido como un ser finito, y es en el arte donde plasma su deseo de ser inmortal y de trascender.
            Es por esto que el mundo de los objetos artísticos había sido un lugar en donde la obra de arte debía tener cierto carácter de trascendencia a través del tiempo y de perdurabilidad. Así, los coleccionistas, curadores, museógrafos, archivistas, etc., se encargan de que la obra se conserve tan radiante como cuando fue hecha (y en algunas ocasiones, aún más).
            Es decir, el ser humano trata de compensar su finitud y vulnerabilidad al paso del tiempo, por medio de la creación y conservación de obras de arte perennes. Es por esto que el espectador está acostumbrado a pensar en los objetos del arte como imágenes (visuales, musicales, dancísticas, etc.) que perduran no sólo al tiempo físico, sino también a los gustos, valores y creencias de las sociedades en que fueron creados.
            Aquí es donde podemos hablar también de la Belleza. Nos han acostumbrado a que el ideal de belleza debe repetirse una y otra vez en las obras de arte. Es por esto, que el público que no se ha especializado en conocer el fenómeno artístico ha profundidad emite juicios de gusto y belleza a objetos que no deberían “leerse” bajo esos preceptos.
            Considerando lo anterior, se puede vislumbrar el por qué algunas personas del público que siguen reproduciendo patrones de interpretación anquilosados y caducos, no han podido darle al arte de la era digital un estatuto de confiabilidad y goce estético.
            Por ende, ¿qué espera el espectador de lo plástico (o de cualquier manifestación artística) del objeto? se preguntará José Luis Brea en su libro La Era Postmedia. Pues espera del objeto: estaticidad, inmovilidad e instantaneidad definitiva.
            Y, ¿la imagen tecnológica, puede cubrir con estas expectativas del espectador? La respuesta será negativa. La imagen tecnológica opera, precisamente, fuera de los esquemas clásicos de lo que debe ser una obra de arte.
            La imagen tecnológica no es estática, pensemos en el cine o en el video. Cuando alguien observa una pintura, dibujo o escultura (por decir algunos) lo que espera de ellos es que el objeto no se mueva, que tenga una presencia estática que nos envuelva en su “aura” y nos de manera instantánea el goce estético tan deseado.
            Ahora, antes de hablar del cine o el video, pensemos en Marcel Duchamp. ¿Acaso no es este artista el que desea plasmar el movimiento en objetos estáticos como pinturas, esculturas y dibujos en un vidrio? Así que Duchamp, entre otros tales como Vasarely o los artistas del Fluxus, empezaban a mover las estructuras de lo artístico y creaban imágenes en movimiento.
            En algunos casos, el cine, el video, la video-instalación, el arte digital, etc., siguen la inercia creada por algunos de estos artistas antes mencionados y buscan en la imagen tecnológica un “tiempo extendido, movedizo, imagen tiempo” (Brea, 2002).
Así pues, la condición tecnológica expande nuestra percepción del mundo, nos obliga a crear nuevos lenguajes, a descubrir nuevas formas de interpretar el mundo, en fin, nos enseña a “conocer” el mundo de nuevo.
            Será esta imagen-tiempo la que nos haga reconocer formas diferentes de creación artística. El tiempo deja de ser el número o la medida del movimiento y se convierte en su verdugo. No más interpretaciones del instante. No se nos está todo dado.
            Así que, como afirman Godard y Deleuze, la imagen tecnológica nos invita a pensar el mundo de las cosas virtuales, la simulación, la búsqueda del tiempo y de la diversidad de soportes que pueden “soportar”[1] la idea del movimiento como algo más que una sucesión de instantes.
            Toda esta re-conceptualización, no hubiera sido posible sin la ayuda de nuevos medios que inmaterializaran a la imagen y la hicieran etérea, intocable y sublime.
            Por otro lado, algunas veces, a pesar de lo que las nuevas tecnologías aportan a la imagen tecnológica, son estas las que no permiten que, según José Luis Brea, el video pueda establecerse como una nueva forma artística.
            Es decir, mientras no desaparezcan los proyectores de estas imágenes y la “oscurización” necesaria para apreciar el video, no se podrá considerar que éste es una nueva forma artística.
            Pero, ¿a quién le interesa que el video no sea una forma artística? El arte contemporáneo y los artistas contemporáneos escapan de la mirada de la historia continua a ser siempre etiquetados, caracterizados y por ende mutilados.
            Así que, aunque no se pueda considerar al video como arte, eso no impide que existan propuestas novedosas y que podamos reflexionar acerca de ellas además de poder gozarlas.
            Volviendo al tema de los nuevos lenguajes e interpretaciones del mundo que nos acercan los nuevos medios digitales, podemos decir que éstos nos impulsan en pensar en términos rizomáticos. Nos obligan a pensar el mundo como una serie de interconexiones que pueden ser llevadas al infinito.
            A propósito del pensamiento rizomático, los hipertextos, hipervínculos, wikis, etc., nos obligan a acercarnos al mundo de una manera discontinua, en la cual todo puede ser visto como una serie de interconexiones, como si estuviéramos viendo las raíces de una planta que se interconectan  con muchas otras plantas pero sin jerarquías.
            Y esta característica choca, de nuevo, con las concepciones establecidas y modernas de lo que debe ser el conocimiento, las ciencias y el arte.
            Este pensamiento rizomático tiene “soporte” en el desarrollo de nuevas interfaces que permitan y faciliten el intercambio de datos, así como la mutación de los soportes ya existentes y que derivarían en posibilidades de conexión, presentación y creación cada vez menos abarcables por la tradición de lo finito y la categorización.
            Es aquí donde se podría hablar acerca del nuevo museo que propone Brea en su libro Cultura Ram, este museo tendría sus bases en la memoria RAM. Una memoria que es aleatoria y que crea interconexiones que no necesitan de un orden específico. Volvemos a lo mismo una memoria que tenga capacidad rizomática y no sólo de lectura con un orden específico.
            Es decir, nuevos medios artísticos necesitan nuevos medios de presentación de las obras y de la información que debe contenerse en cada una.
            Así que los retos que debemos enfrentar los amantes del arte, estudiosos, curadores, historiadores del arte, etc., es tratar de crear nuevos vínculos y conceptos que hablen de las imágenes tecnológicas, el arte digital, el arte de la Web, entre otros, para poder pensarlos de manera rizomática y crear nuevas formas de entender e interpretar el mundo.
            Las nuevas tecnologías y las nuevas manifestaciones artísticas nos dan la oportunidad de crear también nuevas posibilidades de vivir en un mundo que depende de la simulación para poder ser entendido.



[1] Entiéndase este término como la palabra en inglés support.

Circuito Electrovisiones [Media Art] México

del 12 de Mayo al 3 Julio [EX Teresa]
 
SINTAXIS HÍBRIDA
A lo largo de la historia la implementación y consumo de dispositivos tecnológicos han influido en el comportamiento y pensamiento de la sociedad, el uso de la tecnología se ha incorporado en las actividades diarias de forma “natural”, abriendo nuevas vías de comunicación y expresión así como adentrándose en los territorios culturales. El uso de la tecnología como herramienta y alternativa de creación es denominado media art, esta manifestación ofrece distintas formas de interacción entre el medio, sus contenidos y el espectador, y refleja al ser humano contemporáneo como ente que se organiza por un conjunto de redes de conexión entre los datos, las personas y el mundo. Este concepto de arte camina por entornos fértiles de experimentación donde se hacen presentes distintas aplicaciones, diseños, interfaces y una infinidad de productos de consumo mediático que le sugieren nuevos contenidos a criterios establecidos anteriormente, así como una situación resbaladiza de distintas tendencias estéticas.


La Sintaxis es un sistema de reglas y relaciones que buscan la coherencia para una clara lectura. Sin embargo la integración de la informática en los medios audiovisuales, así como la acelerada actualización de las telecomunicaciones crean una multiplicidad de mashups que afectan el sistema de reglas del media art, por lo cual la tesitura de “Sintaxis Hibrida” se orienta a tres niveles sintácticos:

Obtención de datos (La maquina); De lo natural a lo analógico y de lo digital en lo físico.  

Los códigos (Los medios); Modelan y controlan la escala de las asociaciones, escritura de programas, transmisión de datos y nuevos códigos de composición audiovisual.

Los soportes (Presentación de la obra); Maneras de comunicar la idea artística a partir del uso de medios digitales, piezas interactivas, piezas inversivas, piezas participativas y/o objetos físicos.


Sintaxis Híbrida presenta una selecta programación de artistas nacionales e internacionales, así como la apertura a nuevos talentos y foros de discusión en un ambiente de acercamiento directo con el  público mediante  exposiciones, actividades académicas, presentaciones de proyectos y conferencias. Este ciclo de  actividades invita  al espectador a reflexionar sobre cuáles son algunas formas de experimentación, apropiación y lectura que ofrece el media art así como la afinidad y/o diferencia entre el arte, la comunicación, las ciencias y los medios digitales.
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Alvaro Muñoz Ledo
Director Circuito Electrovisiones